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15 de septiembre de 2012

Como pez en el agua


Presentar "La vida no vivida" en "El Hornillo" tenía para mí un significado muy especial. Y allí estuvisteis todos vosotros arropándome con vuestro calor y vuestro cariño.
La casualidad hizo  además que el recinto albergara las muestras del homenaje al "abuelo Costa", nuestro veterano corredor de maratones que pasea "El Hornillo" por el mundo.

Mejor imposible.

Y, como siempre, acompañada por mi querida hermana Esperanza que nos envolvió con sus palabras, nos transportó al pasado y nos hizo ver que el futuro se crea a partir de la vida vivida y las elecciones del presente condimentado todo con un poquito de azar.

De todo corazón: Mil gracias.




2 comentarios:

  1. Estimada Asun:
    Tuve la suerte de saludarte al finalizar la presentación de tu libro en El Hornillo. Hacía unos minutos que había llegado al pueblo de vacaciones y, por capricho del azar, oí decir que se estaba realizando la presentación de un libro, pregunté en que lugar era la misma y, sin pensarlo, bajé corriendo. Llegué tarde, pero pude verte y me dedicaste el libro.
    Lo leí durante varios atardeceres en un lugar muy querido por los de nuestra edad y que se menciona en tu obra: el charco de La Tabla.
    Te puedes imaginar, en un lugar tan propicio, con que sentimiento de realismo me fui adentrando en la “VIDA NO VIVIDA” disfrutando de los personajes y lugares que iban apareciendo. La sencilla y profunda sensibilidad que impregna toda tu obra consiguió, de alguna manera, que viviese las historias que has creado desde dentro de las mismas.
    Disfruté leyéndote y regalé dos ejemplares a mis hermanas (me los facilitó tu familia), estoy convencido de que les gustará.
    Dos anécdotas: Cuando estaba leyendo tu libro en el charco de La Tabla, una chica que no conocía, me gritó desde cierta distancia: ¡eh, el del libro!, ¿qué tal está?; respondí que muy bien y me contestó que ella lo tenía en casa y que iba a empezar a leerlo. Ese mismo día otro chico, que tampoco conocía, se paró frente a mí y me preguntó: ¿Has leído el final? Yo le contesté que había empezado a leer por el principio, se quedó un poco cortado y me dijo que el final era muy original y que me gustaría; seguí leyendo, pero me quedé con ganas de leer el final. Pude contenerme y no lo hice hasta que llegó el momento.
    La portada, simplemente magnífica. Esa chica en movimiento permanente y permanentemente quieta; que busca la vida no vivida detrás del horizonte y, sin embargo permanece en la realidad que vive, sintetiza magistralmente el contenido de tu novela. Te confieso que tengo cierta debilidad por los escritores noveles, pues considero que la ilusión de ver su obra publicada es inconmensurable.
    Gracias, Asun
    Jesús Blázquez

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    1. Querido Jesús,

      No te puedes ni imaginar la ilusión que me ha hecho leer tu comentario.
      Has conseguido transportarme allí, al charco de “La Tabla” y te he visto leyendo el libro, compartiendo los lugares y los personajes que rescaté del pasado con el dulce amargor de devolverlos al presente para vivirlos de nuevo y a la vez soñarlos.
      Me emociona que comentes que “La vida no vivida” es una obra sencilla impregnada de profunda sensibilidad. Los sentimientos que marcan nuestra existencia son los que me empujaron a escribir la novela: el amor, el desamor, la ternura, el desencanto, la tristeza, el conformismo, la inocencia, el egoísmo, la cobardía… y, me reconforta saber que esa forma intensa de vivirlos y a veces de sufrirlos he sido capaz de trasladarla al papel con cierta sensibilidad.

      Comparto contigo tu opinión respecto a la portada. Todo se lo debo a mi querido amigo Miguel Rivavelarde, uno de los mejores y más modestos diseñadores que tenemos (aunque se ruborice cuando lo comento, pero es cierto). Por iniciativa propia diseñó siete portadas a cuál más bonita. Para mí no fue difícil la elección. Al verla creo que sentí lo mismo que tu describes con tanto acierto: “esa chica en movimiento permanente y permanentemente quieta; que busca la vida no vivida detrás del horizonte y, sin embargo permanece en la realidad que vive” (me ha encantado).
      Jesús, gracias por tus palabras, por pensar que “La vida no vivida” puede ser un buen regalo (espero que les guste a tus hermanas) y por haberte acercado a las páginas del blog para dejar tus comentarios.

      Un abrazo y hasta pronto,

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